Tenemos la oportunidad de educar a nuestros pacientes cada día ayudándoles a desarrollar una rutina efectiva de cuidados bucales que promueva la salud bucal. Esta oportunidad trae consigo una gran responsabilidad. Es importante que escuchemos a nuestros pacientes y, en muchos casos, también a sus madres y padres, tutores o cualquier otra persona que les brinde cuidados. A menudo se nos vuelve costumbre la recomendación de "cepillarse los dientes dos veces al día y usar hilo dental diariamente". Sin embargo, en el caso de las y los pacientes con necesidades especiales, debemos prestar mucha atención a sus habilidades y a su forma de aprender para ayudarles a entender y a participar en sus cuidados bucales y en su salud oral.

Identificar la necesidad

Las y los pacientes con necesidades especiales incluyen a quienes tienen limitaciones cognitivas o físicas que les hagan requerir de asistencia adicional en sus rutinas diarias. Independientemente de cuál sea esta limitación, es importante que nos tomemos el tiempo para escuchar a estos pacientes y observar los movimientos que hagan. Tómese el tiempo para identificar por qué su paciente tiene una necesidad especial y cómo le afecta, además de informarse sobre cualquier medicamento que esté tomando y que pueda tener consecuencias para su salud bucal antes de recomendarle cualquier cambio para su actual rutina de cuidado bucal. Identificar las necesidades de sus pacientes incluye hablar acerca de sus rutinas actuales en todos los aspectos de la vida. Algunas cosas adicionales que hay que tener en mente son la edad de su paciente, así como las personas que cuiden de él o ella.

Cómo ayudar a pacientes más jóvenes

Padres y madres de niñas y niños con necesidades especiales entienden que necesitarán de ayuda adicional en muchos aspectos de sus vidas y rutinas. Pero, aunque entiendan la necesidad, quizá no sepan cómo hacerlo. Es posible que se presenten niñas y niños en su consultorio que necesiten tratamientos que fueron aplazados por un tiempo. También puede ser que tenían otras necesidades físicas que requerían de tratamiento y que la mala salud bucal se haya ido desarrollando sin que se dieran cuenta. Su paciente y la persona que cuide de él o ella podrían necesitar tanto conocimiento como recursos. Tan solo darles instrucciones verbales podría no ser suficiente. Es importante que transmita seguridad a las personas encargadas de sus cuidados y que les proporcione una guía que puedan seguir. Conocer y entender los obstáculos a los que se enfrentan cada día es indispensable. Saber si un niño o niña puede cepillarse los dientes sin ayuda, tiende a renunciar a algo con facilidad o tiene un periodo de atención reducido le será de gran ayuda para guiar a su paciente y a su cuidador o cuidadora a través de una rutina diaria. Existen, por ejemplo, cepillos dentales que se conectan con una aplicación y posibilitan un cepillado interactivo que puede hacer que niñas y niños se sientan más capaces. Este tipo de cepillo dental es una excelente opción para pacientes jóvenes con un periodo de atención reducido y hace que cepillarse los dientes sea divertido. La aplicación dirige el cepillado a través de una experiencia visual que dura los 2 minutos recomendados. Además, es una gran opción para quienes necesitan orientación sobre dónde deben cepillarse mejor los dientes. La inteligencia artificial responde con retroalimentación inmediata para ayudar a brindar instrucciones sobre dónde y cómo cepillarse los dientes para obtener mejores resultados. Esto puede ayudar a que el niño o niña desarrolle una mayor independencia durante el cepillado.

Ayuda para pacientes adultos

Las personas adultas con discapacidades cognitivas tendrán muchas necesidades parecidas a las de las niñas y los niños. Sin embargo, no lo son. Las y los pacientes en edad adulta que tienen necesidades especiales requieren del mismo tipo de comprensión y paciencia. Pueden o no llegar a su cita de higiene bucal acompañados por una persona que les brinde cuidados. Es importante que usted haga preguntas que le ayuden a darles las mejores recomendaciones. De forma parecida al cepillo dental antes mencionado, hay cepillos inteligentes diseñados para pacientes de todas las edades que también funcionan con una aplicación disponible para dispositivos con iOS o Android. El cepillo dental orienta al usuario o usuaria acerca de la técnica correcta, el lugar, el tiempo de uso y la efectividad del cepillado. Sus comentarios y el seguimiento inmediatos ayudan a que las y los pacientes puedan ver su rutina diariamente, les informa sobre las áreas a las que deben prestar mayor atención, ¡y les dice si su cepillado está mejorando!

Este tipo de cepillo también es una excelente recomendación para pacientes con restricciones físicas. Los cepillos dentales eléctricos permiten cepillarse cada cuadrante de la boca con menos esfuerzo y sin necesidad de efectuar las técnicas necesarias para un cepillado manual. La aplicación funciona al mismo tiempo que la rutina de cepillado y le indica a cada paciente cuándo debe pasar a la zona siguiente y si está aplicando muy poca, suficiente o demasiada presión. Este tipo de retroalimentación también es útil para pacientes con artritis que necesiten saber si están aplicando suficiente presión al cepillarse los dientes.

Conclusión

A las y los pacientes con necesidades especiales les es importante encontrar valor y recompensa en sus rutinas diarias, además de que es posible que necesiten ayuda en la mayoría de los aspectos de sus vidas. Las rutinas inadecuadas de salud bucal pueden llevar a muchas complicaciones más, incluyendo la necesidad de tratamientos invasivos. Que su paciente tenga necesidades especiales no significa que no pueda tener un estilo de vida sano. La mayoría de las veces, solo necesita los recursos necesarios que le ayuden a vivir más sanamente. Los recursos no tradicionales, como los cepillos especiales, pueden ayudarles a las y los pacientes con necesidades especiales a cepillarse los dientes sin ayuda de manera más efectiva, lo que representa un apoyo para sus cuidadores y cuidadoras y les da la confianza de que sus necesidades de cuidados bucales están siendo cumplidas.